En un partido muy competido y con
predominio del juego físico, el Club Atlético de Madrid y el Chelsea FC
empataron sin goles en la ida de las semifinales de la UEFA Champions League.
Petr Čech se lesionó en la primera parte del choque y se perderá la vuelta.
Nada más y nada menos que 40 años han
pasado desde la última vez que la afición rojiblanca vio una semifinal de la
máxima competición continental en la capital de España, así que la acumulación
de sentimientos entre los más mayores del lugar y las nuevas sensaciones de los
más jóvenes desbordaban el Estadio Vicente Calderón. Sobre el césped Diego
Simeone y José Mourinho desplegaron sus mejores (y similares) armas para
intentar acercar un pasito más el sueño de Lisboa. Con Branislav Ivanović sancionado
y Nemanja Matić no inscrito, la gran duda hasta última hora en el Chelsea fue
Eden Hazard, que finalmente no entro ni en la convocatoria por sus problemas en
el gemelo. Si entró en el once inicial Fernando Torres, que jugaba por primera
vez en su antiguo estadio con otra camiseta.
Por su parte Simeone decidió no contar
ni con Arda Turan, ni con David Villa ni con Tiago de inicio. Mario Suárez
ocupó la posición del luso en el centro del campo y el entrenador argentino del
Atlético decidió reforzar la faceta creativa de su equipo introduciendo a Diego
Ribas por detrás de Diego Costa.
El choque arrancó con el conjunto local
mandando. Un rasgo distintivo de este Atlético es su intensidad en los primeros
compases de los partidos y ante el Chelsea no fue distinto. Y no tardaron mucho
en saltar las primeras chispas entre la zaga inglesa y los hombres ofensivos
del cuadro rojiblanco. Jugadores muy fuertes, mucho contacto y agresividad en
los balones sueltos por parte de unos y otros. El combate acababa de comenzar.
Superado el cuarto de hora llegó la
primera jugada clave del partido. Un córner botado por Koke estuvo a punto de
convertirse en un gol olímpico. Petr Čech lo evitó con una gran intervención,
pero en la caída el internacional checo se lesionó el brazo derecho y tuvo que
entrar el australiano Mark Schwarzer para suplirle. Pero pese a perder a su
referente bajo palos el Chelsea no se descompuso y siguió plantando cara con un
entramado defensivo muy complicado de superar para el Atlético.
Los locales se esforzaban por encontrar
huecos y en el minuto 26 una salida rápida del Chelsea que Ramires no supo
resolver a punto estuvo de costarle un susto al equipo español. Algo que no
desanimó a los del ‘Cholo’ Simeone, que siguieron insistiendo hasta crear
verdadero peligro en el minuto 34 con un zapatazo de Mario Suárez que desvió
fuera Schwarzer. Sin embargo el 0-0 inicial no se había movido a la llegada del
descanso.
La segunda mitad se inició con un
disparo de Frank Lampard que detuvo sin problemas Thibaut Courtois. Fue el
inicio de unas hostilidades que continuó el Atlético con una peligrosa
combinación entre Gabi y Koke que tuvo que despejar a saque de esquina ‘in
extremis’ Ashley Cole y un buen disparo de Diego desde la frontal que detuvo
con seguridad Schwarzer.
Poco después Simeone decidió mover el
banquillo y dar entrada a Arda para intentar revolucionar el partido. Se retiró
Diego, muy activo durante todo el partido pero sin suerte en los disparos a
puerta. Y lo cierto es que el turco pronto se dejó ver. Pegado al costado
derecho tardó poco en desequilibrar y poner un par de centros peligrosos. Pero
los espigados centrales del Chelsea repelían una y otra vez con éxito los
pases desde los costados.
En los últimos 20 minutos el Atlético
subió un punto la presión y por segunda vez en el choque Mourinho se vio
obligado a hacer un cambio por lesión. John Terry se torció un tobillo de forma
fortuita y le suplió Andre Schürrle, colocándose David Luiz como central. A
falta de un cuarto de hora Gabi vio una amarilla que no le dejará jugar la
vuelta, y el propio capitán probó justo después a Schwarzer con una falta
lejana que acertó a despejar el veterano portero.
Al borde del minuto 80 Arda Turan
conectó un remate de cabeza que levantó a los aficionados de los asientos,
aunque el balón se marchó rozando el poste. En el 84’ Raúl García, una vez más,
utilizó de nuevo su fortaleza en el juego aéreo para mandar otro balón sobre el
larguero visitante, pero finalmente el tiempo se consumió sin haber logrado
ninguno de los dos equipos perforar la puerta rival. El miércoles que viene
Stamford Bridge dictará sentencia y nos permitirá conocer a uno de los
finalistas de Lisboa.
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